Ubicado en el corazón del Barrio Viejo de Montevideo, se encuentra el Mercado del Puerto que atrae todos los días a los visitantes con arte, música y gastronomía.
El mercado es un espacio de encuentro que evoca tiempos remotos, donde se destaca lo mejor de la gastronomía uruguaya en esta antigua estructura de estilo inglés, inaugurado en el año 1868.
Su construcción se llevó a cabo en los talleres que la Compañía Union Foundry tenía en la ciudad de Liverpool, y para su montaje y armado vinieron profesionales de Inglaterra. La obra fué encabezada por el comerciante español Pedro Sáenz de Zumarán y una sociedad de empresarios y visionarios uruguayos.
En sus origenes, en este mercado que estaba pegado al puerto, se vendía y compraba todo tipo de productos comerciables, siendo uno de los puntos neurálgico de Montevideo.
Diariamente, miles de uruguayos y extranjeros circulan por el Mercado del Puerto.
Por doquier se puede escuchar el sonido y apreciar el baile del candombe que los uruguayos heredaron de Africa, las parrillas repletas de achuras, asados y “pamplonas” (enrollado de carne relleno de ingredientes) esperando a los comensales, y gran cantidad locales que venden productos regionales.
Ya desde sus orígenes el mercado era el sitio para la compra y venta de alimentos que llegaban al puerto, y en los últimos años, se definió también como un lugar donde disfrutar de las vistosas parrillas con todo tipo de carnes. También se pueden encontrar pescados y mariscos frescos, pastas casera y buenos vinos.
Una de las tradiciones de los montevideanos, es reunirse los sabados en citios como Roldós, una casa fundada en el año 1888, a tomar un “medio y medio” con sándwiches de jamón crudo o de mariscos, o el singular boliche “El perro que fuma”, fundado en el año 1904 que arrastra la leyenda del marinero inglés que hacía fumar a su perro.
En el corazón de la Ciudad Vieja, el Mercado sufrió cambios pero conserva el encanto de la zona portuaria.