El norte del Departamento de Maldonado cada vez es más conocido y visitado por el turismo. Primero aparecieron las chacras en José Ignacio y ahora, hacia el norte -en el límite con el Departamento de Rocha- la Laguna Garzón es el nuevo reducto VIP, cercano a Punta del Este.
Unos kilómetros después de pasar la rotonda de José Ignacio, la ruta 10 desemboca en la Laguna Garzón. El viajero frena obligado, y casi de inmediato se contagia del ritmo del lugar. Todo parece ir más lento, casi por fuera del tiempo.
Hasta ahora, la llegada a la laguna debía hacerse en balsa pero este año se continuará el controvertido punte que permite el acceso de autos al paradisíaco lugar.
Se trata, como todo sitio aislado, de un paraje perfecto para el avistamiento de aves y para el descanso y el ecoturismo en absoluta armonía con la naturaleza. En ella pueden encontrarse algunas casas en alquiler y también un establecimiento rural.
Sin embargo, desde el año pasado, el alojamiento muestra ribetes absolutamente atípicos. Un hotel flotante, se interna en la laguna generando un paisaje muy poco común en nuestras tierras y que nos recuerda a las construcciones de la polinesia.
Se trata del emprendimiento hotelero Laguna Garzón Lodges, que cuenta con 12 cabañas y un restaurante flotantes.
Está concebido como un hotel boutique construido sobre palafitos y habitaciones flotantes, con un perfil íntimo y exclusivo, integrado al entorno natural. Uno puede levantarse y pegarse un chapuzón en la laguna, antes del desayuno, o salir a andar en kayac para realizar el ejercicio diario antes del almuerzo.
Sus12 habitaciones están estratégicamente ubicadas para que desde los ventanales no se puedan ver las otras; y cada una de ellas está ambientadas de acuerdo a la característica ecológica que tiene todo el emprendimiento. Por supuesto, cuentan con un servicio súper personalizado.
Su concepción de ecoturismo sustentable ofrece actividades de turismo ecológico, avistamiento de aves, senderismo, deportes náuticos, sol y playa, basadas en la sustentabilidad del ecosistema, respetando y conservando el medio ambiente.
Un lugar alejado, tranquilo, con acceso a la gran laguna de aguas verdes y al mar atlántico, ambas bañadas de arenas blancas y finas. Un destino de perfil único a unos pocos kilómetros de Punta del Este.
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