Tal como dice el acta de fundación de Carmelo: “El ciudadano José Artigas, Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres, interesado en la felicidad común, el progreso de los pueblos de la Banda Oriental y habiendo presentado el vecindario de Las Víboras suscrito a la que adjunta representación la fatal decadencia de aquél por su actual situación y las ventajas que adquiriría proporcionalmente mudando de ella a la costa del Uruguay y Arroyo de las Vacas, he resuelto conceder el permiso para dicha población y deseando su fomento y estimular al vecindario por este deber me ha parecido conveniente señalar una legua y media como Ejidos pertenecientes a aquel pueblo...” y firma José Artigas.
Si bien Artigas no indicó el nombre del pueblo, en un principio se le llamó Las Vacas, como el antiguo puerto que existía antes.
La mayoría de los primeros habitantes eran españoles, devotos de la Virgen del Carmen. Esto influsyó para que en el año 1822 el pueblo pasara a conocerse oficialmente como Pueblo del Carmen o El Carmelo y recién en el siglo XX se le conoció con el actual nombre de Carmelo.
Hay una leyenda que involucra a la Virgen de Belén, que es parte de la historia de la zona.
Dice la leyenda que la imagen de la Virgen de Belén ubicada en la capilla de la Calera de las Huérfanas, durante los primeros tiempos de su traslado al templo de El Carmelo, por las noches huía atravesando los campos para ir a la vieja capilla donde estaba anteriormente, y regresaba al nuevo templo antes del amanecer.
La prueba de estas escapadas nocturnas, era que el manto de la Virgen aparecía húmeda por el rocío y con abrojos y flechillas del camino.
Esta historia forma parte de las leyendas urbanas de Carmelo, ya que hace décadas que la Virgen dejó de salir de noche.
Ver también información de Artigas.