Las más conocidas son Playa Mansa y Playa Brava y ambas hacen honor a sus nombres.
“La Mansa”, como suele denominársele, es ideal para niños y para quienes desean tomar un placentero baño de mar. Sus aguas bañan la Bahía de Maldonado y la Isla Gorriti. “La Brava”, desde la cual se divisa la Isla de Lobos, es para quienes gustan de las aguas más picadas del Océano Atlántico. En invierno, sus olas son el paraíso de aquellos que practican tabla vela.
En estas playas se congregan familias enteras con sus niños, amigos que se juntan para tomar sol y bañarse y aquellos que gustan de practicar deportes acuáticos de todo tipo. Contemplar el amanecer o atardecer es un espectáculo imperdible e inolvidable.
La mayoría de estos lugares ofrece pequeños restaurantes que proveen servicio de playa para satisfacer los antojos costeros de los visitantes. Si bien es cierto que las playas cercanas a la ciudad pueden estar un poco concurridas, sólo se necesita viajar una corta distancia para encontrar una franja costera casi virgen. A menos de 30 kilómetros al este de Punta del Este, José Ignacio muestra a aquellos van en busca de una breve pausa del destello de los casinos y las discotecas un marco natural encantador.
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